Y ahí estaba yo, «El día antes» de conocer a Minibombón (aunque todavía no lo sabía) con mi dolorcilllo sospechoso, callada sin comentar nada. Pasó el rato y con él el dolor, hasta cuarenta minutos después que ¡zas! Dolor sospechoso número dos.
Mi Bombón dormía hace rato y mi Rubio disimulaba pero pese a estar sentado a mi lado en el sofá, realmente estaba más con Morfeo que conmigo. Pasado el rato volvió a desaparecer el dolor y para entonces mi Rubio ya ni disimulaba y me regalaba una serenata de ronquidos mientras dormía sentado en el sofá, no sé ni cómo ya que a simple vista parecía una pose realmente incómoda para dormir, aunque eso es algo que para él nunca ha sido un problema. Pasados otros cuarenta minutos aproximadamente, el dolor volvió a mí, fue entonces cuando me paré a pensar que yo, que hasta entonces no había tenido sentido ninguna contracción, estaba teniendo dolores sospechosos con regularidad cronometrada ¿serían estos dolores la manifestación de esas contracciones vergonzosas que hasta entonces me pasaban desapercibidas? Como todo apuntaba a que sí, móvil en mano me dispuse a cronometrar oficialmente los intervalos entre dolor y dolor.
Mientras todos dormían y la tele me castigaba con su pésima programación yo lo único que hacía era cotillear las redes sociales y mirar de reojo la pantalla de mi móvil y viendo el tiempo correr en ella no podía evitar preguntarme si al fin había llegado el día.
Fui dando cabezaditas entre dolorcillo y dolorcillo ya que su intensidad era incipiente al principio de la noche y así me lo permitía. En plena madrugada aquel dolorcillo sospechoso, que ya tenía nombre y no era otro que contracciones, iba aumentando a la par que el tiempo entre contracción y contracción disminuía, de los cuarenta minutos de cuando hizo su acto de aparición tras la cena del viernes, ya iba y venía cada diez minutos en la casi mañana del sábado, mi masoquismo hacia que móvil en mano me autopreviniese «ya viene» un minuto antes de que apareciesen.
Me levanté a hacer pis y allí estaba… el tapón, por si tenía dudas. Yo que quería aguantar el máximo tiempo en casa, tranquilamente me duché y desayuné con mi Rubio.
-Yo diría que hoy es el día, llevo toda la noche con contracciones.
-Ya me he dado cuenta, no te he dicho nada para no ponerte nerviosa.
¿En serio? Yo intentando «no molestrale» y éĺ no me había dicho nada para no «ponerme nerviosa» jajaja si los nervios los tenía todos él! Y así lo reflejaba su cara en la conversación.
Sobre las 9 de la mañana, llamé a mi hermana:
-Buenos días…
-Eeeee hola ¿qué pasa?
-Tranquila, no pasa nada, no te pongas nerviosa, pero hoy es el día.
-¿Síííí? Eeeeee… vale ¿ya? mmmm…
-No, tranquila, todavía estaré un rato en casa, pero como tienes que llevar a las niñas a casa de la mamá pues ya te voy avisando, cuando salga para el hospital te aviso.
-Vale, vale ¿pero como estás? bueno me imagino… bueno pues me organizo y te digo
-Sí, tú tranquila, que todavía falta.
Pese a que intentaba mantener un tono tranquilo, es mi hermana, la conozco, y se que estaba con el corazón en la boca.
Las contracciones se aceleraban y con ellas el dolor. Vivo en una casa de dos plantas, en la planta de arriba vive mi suegra y en la de abajo vivimos nosotros. Estaba yo reposando en ele sofá hablando con mi Rubio, planificando cómo íbamos a ir, a quién íbamos a avisar y apareció la primera contracción importante pero de verdad. Tal como se fue me lancé a la carrera por las escaleras «¿Qué haces?» preguntó mi Rubio «ir a avisar a tu madre antes que me venga otra que no quiero que me pille por las escaleras» y tal como entré en el salón me dejé caer en el sofá de mi suegra.
-Buenos días
-Buenos días, ¿quieres un vaso de leche?
-No gracias, ya he desayunado.
-¿Y la niña?
-Dormida, pero en cualquier momento la subo… más que nada que estoy de parto, ya ha llegado el día.
-¿Sí? Tranquila, todo irá bien.
-Pues eso que en un rato te la subo, que todavía no me voy, de momento aguanto bien
-Bueno, tranquila, súbela cuando sea (contracción) ¿duele mucho?
-Algo… pero no soy ni la primera ni la última jejeje
-Ya te digo… ya lo dice la Biblia, «parirás con dolor» jejeje
-Jejeje ya ves… y no miente no jejeje
-¿Y ahora qué?
-Espero a que me venga otra contracción antes de bajar, que no quiero que me pille por las escal… (contracción)… eras. Hasta luego!
Y ahí estaba yo bajando más rápido que Flash el Rayo. Me tumbo en el sofá, a verlas venir, decidida a estar allí hasta que no puediese más. Me llama mi hermana. Ella tiene carné de conducir de hace poco más de un año, y nos separan unos 40 kilómetros, con su autopista incluida. Nunca se ha atrevido a venir sola en coche, bueno ni acompañada conduciendo ella, vamos que los trayectos largos siempre los conduce mi cuñado.
-Hola, dime,
-Ostras, que tu cuñado no me puede llevar todavía, y no sé a que hora me podrá llevar y…
-Tranquila, que todavía falta y bueno que vengas cuando puedas que no pasa nada
-Ya pero es que… ufff bueno espera que hablo con él y te digo
-Vaaaa (contracción) aaale
-¿Duele?
-Empieza a ser serio
-Jejeje hoy tendremos a mi pichote con nosotros. Ahora te llamo.
Decidí trasladarme a la cama, más espacio para retozar, las contracciones iban y venían ahora cada cinco minutos. Eran las once y cuarto. El síndrome del nido se había apoderado de mi Rubio, venga a barrer y a barrer, creo que ya había rebajado un centímetro el grosor del suelo cuando
-Ruuuuuuubiiiioooooo!!!!!!!
-¿Qué?
-Sube a la niña que nos vamos ya.
-¿Ya ya?
-Ya AHORA
Subió a la niña, cogió las bolsas y subimos al coche. Me llama su tía
-Hola guapa
-Hoooo (contracción) oola
-Ay pobre… ¿cómo va?
-Pues va que me voy ya al hospital
-Vale vale, venga ánimo.
Y allí íbamos camino a la segunda cita más importante de mi vida…
Y como si empizo a contar lo que sigue me quedaría una entrada realmente larga lo dejamos aquí hasta el próximo capítulo.
¿Cómo hemos llegado aquí?
La llegada de Minibombón I: El día antes
Ayy qué bien me va que lo expliques tan al detalle! Estoy de 39 semanas y voy un poco perdida con el tema contracciones… Con tus explicaciones me puedo hacer a la idea. Esperando la continuación…
Q poquito te queda ya jejeje tranquila, cuando llegue el momento lo sabrás jejeje espero q como dice mi abuela "sea una horita corta" Feliz día! Muack!
Nos has dejado con la miel en los labios, no tardes mucho en contar el resto ;). Besos
No tranquila! Ahora vuelvo a estar conectada jejeje en breve le voy a dar un buen repaso a tu blog. Tengo un montón de lecturas atrasada! Feliz día! Muack!
El detalle de escribir las pausas por la contracción es muy bueno jajaja. Venga venga que ahora viene lo mejor, no lo dejes ahí jeje. Espero a la próxima entrega. Besote.
Sí sí al fin llegamos al momento importante jejeje al fin vuelvo a estar conectada, ya no tardaré tanto entre entrada y entrada jejeje y a tu blog le tengo q dar un buen repaso jejeje Feliz día! Muack!
Jo, que me has vuelto a engañar!!! Otra vez a esperar el desenlace! Venga, no decías que habías vuelto? Pues ya estás publicando el resto 😉
Jajaja es q me iba a quedar una entrada muy larga!! El lunes… a más tardar el martes lo tienes publicado. Feliz día! Muack!
Me has dejado con la intriga!!! Vamos amos!!!
Jajajaja pronto el desenlace. Feliz día! Muack!