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Cocinando con mamá

La vida de una madre es muy dura, crías a tus hijos lo mejor que puedes y cuando menos te lo esperas ves como abandonan el nido. Como sabéis hace algún tiempo Bombón se emancipó, (os lo conté aquí) y claro ahora echa de menos las comiditas de casa, así que hemos empezado un pequeño cursillo de cocina para que ella y Peppa Pig estén bien alimentadas. Por la altura de Bombón lo más cómodo fue trabajar en el sofá.

Empezamos con algo sencillito, pollo rebozado, que le encanta. Yo hacía y ella observaba y repetía. 
Le pillo el truco y poco a poco se fue soltando. Hasta que ya la dejé hacer a ella sola y entonces empezó la fiesta de la harina y el pan rallado. Por un momento no sabía si estábamos en mi casa o en Sierra Nevada, pero nevadas terminamos las dos. 
Y como bien es sabido el aprendiz siempre supera al maestro y la cena le quedó estupenda. Como estupenda había quedado la mesa, el suelo, el sofá,  ella, yo… así que lo de recoger después ya se lo dejó a papá,  por aquello de repartir las tareas. Una casa es de todos y hemos de cuidarla y mantenerla entre todos. Y una niña es una niña, tiene y se tiene que manchar. Para eso existe la lavadora. Luego pensando llegué a la conclusión que se manchó más a propósito para poder estar después dos horas en la bañera jugando. Salió arrugada cono una viejecilla.
Faltan 2 días para su cumpleaños y hemos decidido que haremos una tarta de su querida y adorada Peppa Pig. Aunque no sé si haciendo eso en cierto modo practicaremos una especie de canibalismo, pero que le vamos a hacer, la vida gira entorno a esa cerdita, no puedo decir que la tenga hasta en la sopa (porque ningún lumbreras ha sacado pasta de sopa con la cara de la marranilla) pero la tendremos en el pastel. Próximamente os enseñaremos el pastel. Que tengáis un buen día!

Reciclando tapones

Bombón ha perfeccionado últimamente su técnica de abrir y cerrar botes, veáse botellas, yogurts bebibles y todo lo que se le ponga por delante así que su nuevo objeto fetiche son los tapones, entonces pensé que podríamos hacer algo con ellos.
Durante una semana más o menos tuve a todo aquel que me rodeaba recolectando tapones de coca cola (¿qué mejor que jugar con la chispa de la vida?) era la loca de los tapones, a mí el cuerpo no me da para tanto refresco y necesitaba que todos los tapones fuesen iguales. En el trabajo me los pasaban casi casi como contrabando y si no parecíamos niños con cromos, cambiando tapones de colores… los de agua no que son verdes y muy planitos… los de fanta tampoco, hay muy pocos y enseguida sabrá la pegatina que hay debajo… los de té tampoco, son demasiado grandes y de esos sí que hay pocos…
Una vez cumplido el objetivo recolector armamos el escritorio/trona/silla para todo con los tapones conseguidos y las pegatinas escogidas para nuestra misión.

Herramientas para construir las piezas

La idea es hacer un juego de memoria haciendo parejas. Así que Bombón y yo fuimos rellenando nuestros trofeos rojos con las pegatinas de dos en dos… Bueno, los tapones y lo que no son tapones
Construyendo las piezas
Tuneándose ella también
Una vez completada la tarea de redecorar los tapones empezamos una partida a ver que tal
Primer intento de piezas acabadas
¿Jugamos? 
A ver a ver…

El juego era tan emocionante que los tapones volaban y las pegatinas se despegaban, parecíamos los osos amorosos en un mundo de corazones, entonces me dí cuenta que era por el plástico del interior de los tapones así que hicimos tiempo muerto en la partida y retuneamos los tapones
El tapón de la izquierda no servirá.
Sacamos el plástico para que quede como el de la derecha
Ahora sí!  A jugar!
Hemos ganado!
Todas las parejas encontradas!
Y ahora sí que sí ya podemos seguir con la partida sin que las pegatinas vuelen. Lo bueno de este juego es que hasta cierto punto da igual que se pierdan las piezas… sieeeempre hay repuestos

Una tarde de colores

Una tarde como otra cualquiera para mí puede ser de dos maneras.  Triste y aburrida si me toca trabajar o llena de emoción si estoy con mi bombón.  Pues estoy de suerte, esta semana estoy con ella todas las tardes.
Con ella cada día descubro algo nuevo y hoy tenemos otra sesión de arte abstracto. Descubrimos formas, texturas, colores y creamos obras nuevas para decorar por ejemplo la nevera.
Y hacemos magia!! Rojo + azul… tachán! Lila! Jajajaja y esto también me permirte enseñarle que hay mundo más allá del Pou y de la Peppa Pig.

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