Diario de una boda: La pedida

Tras 4 años y un día de nuestra primera cita (os la expliqué AQUÍ), el 5 de julio de 2013, al salir del trabajo mi Rubio me dijo que teníamos que acercarnos a la torre de su primo para que le revisara el coche. Yo llena de ilusión ante semejante «planazo» no pude ni contestar. Las ganas que tenía de ir a escuchar que si carburadores, bujías y vaya usted a saber eran… digamos indescriptibles, normal es la ilusión de toda madre al salir del trabajo ir a ver como trastean un motor en lugar de ir a buscar a su Bomboncito. En modo niña repelente empecé «¿falta mucho?… ¿cuándo vamos a llegar?? ¿vamos a tardar mucho allí?» Y él «no… nada… es un momento»
Llegamos al lugar y allí no había nadie, eso sí, he de decir que las vistas eran preciosas.
Se baja del coche y yo trasteando mi móvil declino la invitación a salir, entonces oigo un «cariño mira» bajo del coche con el clásico y positivo pensamiento «¿Qué querrá ya??» Lo sé, a veces soy majísima… Y en ese momento me lo encuentro allí rodilla en suelo y cajita (preciosa, en forma de pera) en mano y me dice la declaración de amor más bonita que jamás podría haber imaginado finalizando con «Al igual que el sol está cayendo en esta tarde que nuestro amor no caiga nunca ¿te quieres casar conmigo?» Yo en estado de shock con las lágrimas al borde de los ojos «no sé no sé tengo que pensarlo (risa nerviosa y emocionada) que sí que sí que sí que es broma (en tono semidesesperado en plan te estoy tomando en serio aunque haga broma)»
El atardecer, la montaña, él, yo y el anillo con tres diamantes representando a cada miembro de nuestra familia. Insuperable. Será uno de los recuerdos más bonitos que me acompañarán toda mi vida. Y es que mi Rubio se lo toma todo al pie de la letra ya que yo siempre le había dicho que sin rodilla en suelo y piedra en mano la menda lerenda no firmaba nada y así lo hizo pero mejor de lo que yo podría haber imaginado jamás. Lo recuerdo como uno de los momentos más mágicos de mi vida, esas vistas con el sol poniéndose tras las montañas y mi gran amor ahí delante de mí con el corazón abierto de par en par pidiéndome que pase el resto de mi vida con él. Aunque tampoco hacía falta, nos une algo mucho más allá que cualquier papel que podamos firmar, nuestra hija y el amor que nos tenemos, pero la fiesta que nos pegaremos… iba a decir que no tiene precio… pero vaya si lo tiene jajaja convite, vestido, fotógrafo… la aventura de la organización de una boda, una aventura que culminaremos en octubre.

la pedida

Seguiremos informando…

6 comentarios en “Diario de una boda: La pedida

  1. Una mamá muy feliz

    Pero qué bonito y romántico!!! oye un pelín exigente tú …ayyyyyyyy su pongo que este post será el primero de muchos hasta el día de la boda…bueno y después!!???

    Pero qué pasa que vivís todas en pecado!!!??? esta juventud…

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    1. Yo tampoco sabía

      siiiiiiiiiii es el primero del periplo de mi boda jaja, luego… el lugar, el vestido, el convite, invitados sí… invitados no, Bombón… hay tato que contar!!! Saludis y feliz día!!! Muakkkk

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  2. Virginia García

    Buah! preciosooo momento! momentazo vaya!
    Qué ilusión no? a ver si el mío aprende….dejaré la página abierta para que la lea ¬¬ jajaja
    Yo también vivía en pecado y ya tenemos algo que nos une para siempre
    Por cierto el anillo es muy bonito, me encanta!

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    1. Yo tampoco sabía

      Gracias! al final todos aprenden, llegara el momento en que te quedes patidifusa como yo, ya verás!! el anillo me encanta, por bonito y por el significado que tiene. Saludos y feliz día! Muakkkk

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Con la ilusión que me hace no puedes irte sin dejarme un comentario :)

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