Llevo ya varios domingos sin publicar en «Domingo de Recuerdos» ando muy atareada y apenas tengo tiempo de nada. Hoy voy a recuperar una entrada que ya publiqué hace tiempo. En esta entrada hablo del día más feliz de mi vida, el día que vi por primera vez a Bombón. Es curioso como ciertas cosas se pueden recordar con exactitud milimétrica y sin embargo no recuerdo que comí antes de ayer. Aunque hoy hago trampa ya que esta entrada la publiqué hace meses (tan sólo añado esta pequeña introducción), no podía dejarla fuera de los «Domingo de Recuerdos». Hoy Bombón tiene algo más de dos años, ya se hace grande, me parece que fue ayer cuando me puse de parto.
Recuerdo perfectamente que la noche anterior al nacimiento de mi hija hacían una película que llevaba tiempo queriendo ver
«La duda» ya que varios de los actores que salen me gustan, es una de esas películas que como no salen coches, ni gente dando patadas, ni es de risa a mi novio le incitan al ronquido antes de que te hayas acomodado en el sofá.
Total que como estaba cansada y quería ver la peli a mis anchas siendo dueña y señora del sofá, envié a mi hoy en día prometido al garaje de nuestro cuñado, que por suerte vive a tan sólo dos calles de nuestra casa (para mí es genial en ocasiones como esa) le dije que cuando tuviera la cena hecha le avisaría y antes que digáis nada, sí, lo hice, le avisé bastante más tarde, pero a él no le importó, cuando están en el mundo moto, cambiando y/o arreglando motores y haciendo vaya usted a saber que cosas que yo no entiendo, el tiempo pasa de largo por ese garaje, y ni el hambre, ni el cansancio, ni el sueño asoman por allí. En fin le llamé para que viniese a cenar unos deliciosos fideos a la cazuela cuando ya iba por la mitad la película y antes de que hubiese acabado él ya dormía.
Finalizada cena y película he iniciada la romántica serenata de mi queridísimo Rubio, decidí a golpecito de codo invitarle a que se fuera a la cama porque había notado un par de contracciones, llamémoslas «más poderosas» de lo habitual, y además empezaba otra película
«Lost in traslation» que pese a que ya la había visto decidí volver a ver ya que la calidad de la televisión un sábado por la noche, por lo menos en aquella época, brillaba por su ausencia. Las contracciones me dieron tregua para ir durmiendo a trompicones pero los nervios de pensar «¿será hoy?» no fueron tan benévolos, así que con unas sexys ojeras por la mañana a eso de las 9-10 le dije a mi Rubio que había tenido contracciones durante la noche y que las tenía cada cuarto de hora, pero que no cundiese el pánico que todo el rato que pudiera estar en casa lo quería pasar allí.
A las cuatro de la tarde, aguantando más de lo que pensaba que aguantaría salimos a dar una vuelta para ver sí nos íbamos al hospital, tenia las contracciones cada 5 minutos. Dando el paseo… o mejor dicho la vuelta a la manzana nos encontramos con dos amigos, Francisco y David, con los que intercambiamos el saludo, y poco más, no estaba yo para mucha oratoria, y al marcharse David me dijo «¿ya te queda poco no?» A lo que yo contesté «Sí… ya mismo» y cuando nos giramos le dije a mi Rubio «ya mismo es ya! Vamos al hospital!».
Llegamos al hospital pasadas las 16.30. Todo fue estupendo, la enfermera me «felicitó» por el «buen trabajo en casa» ya que iba dilatada de casi cinco centímetros. Me pasaron a la sala de dilatación y yo valiente donde las haya no quería la santa epidural y me agarraba a la silla con cada contracción tan fuerte como 20 quinceañeras juntas a una entrada para ver a Justin Bieber, creo que incluso dejé marcados los reposabrazos. Entonces entró la enfermera y me explicó que me tenían que poner penicilina ya que la última prueba había salido que tenía bacteria en la mucosa que no era nada grave, pero si no me la ponían tendrían que pinchar al bebé (aún no sabía si era niño o niña… soy clásica) y claro cómo vas a decir que no. Seguidamente me explicó que eran dos dosis, una en ese momento y otra a las cuatro horas y que si nacía antes de la segunda le tenían que hacer las pruebas igual y a la velocidad a la que dilataba seguramente sería así, pero la epidural relentizaría la dilatación y me quitaría el dolor. ¡¿Cuatro horas?! visualicé a la enfermera como a una vendedora de la tienda en casa «compra! compra! compra! epidural! epidural! epidural!» Y mi respuesta fue «siiiii pónmela!!!»
Oiga usted que invento la epidural, que descanso, que relax. Únicamente rompió mi calma la enfermera para informarme que mi cuñado había intentado colarse dos veces, al pillarle la segunda vez la enfermera le preguntó que dónde iba y él con sus nervios contestó «a buscar a mi cuñada» (muy típico de mi cuñado) «pues tardará un ratito por que está de parto» le respondió y a nosotros nos dijo que por favor saliese mi Rubio a poner calma. Al fin me pusieron la otra dosis de penicilina y la oxitocina para que todo se pusiera ya en marcha. Pase a la sala de partos dos empujones y ahí estaba, la criatura más hermosa que mis ojos jamás habían visto. Justo al salir la primera frase que escuchó de su padre fue «¿Qué tiene manguerita o aparcabicis?» «Aparcabicis» respondió la comadrona entre risas. Me la pusieron encima y ya no recordaba ni el dolor ni el cansancio ni nada. No había nada más a mi alrededor, sólo ella, su padre y yo, eran las 23.32 del domingo más feliz de mi vida.
Y así sin más ya tiene dos años. Que rápido ha pasado el tiempo, con lo largo que se me hizo el último mes de embarazo. Y ahora lo mejor de mi vida es despertarme al escuchar su «mamá leri leri» que es su manera de pedirme el pecho. La vida es un cúmulo de experiencias y en mi vida este es el rey de mis recuerdos.
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Ohhhh qué recuerdos más lindos!!!
Yo porque mi parto fue como fue…si no no se yo como hubiera aguantado a UPMF para no ir al hospital a la primera contracción…
Pero y porque te pusieron después oxitocina???
Y lo de tu cuñado, jejejejejejj
Oye me encanta eso de no saber el sexo, aunque yo no sería capaz, lo tengo que tener todo controlado…
Ahhhhhhhhhh que se me olvida…mamá leri leri jajajjajaja me parto con Bombón…
Me pusieron oxitocina para contrarrestar el efecto relentizador de la epidural. Lo de no saber el sexo fue por ser la emoción q podíamos mantener mi Rubio y yo hasta el final. Y lo de Bombón, nunca hemos sabido el por q de llamar "leri leri" a engancharse a la teta, porq a la teta la llama tetita, leri leri es cuando me pide engancharse… misterios bomboneros. Saludos! Feliz día! Muack!
¡Jajaja! Lo de llamar aparcabicis al órgano de la niña ¡Jajaja! Me he muerto de la risa. Yo el parto aún lo tengo tan reciente que no llego a considerarlo ni recuerdo siquiera.
Lo mismo le paso a la comadrona, se empezó a reír q no veas. Fue el momentazo tras el parto jajaja Feliz día!
Preciosos recuerdos! El parto es uno de esos momentos que yo creo que nunca olvidaremos, por mucho tiempo que pase, al menos las sensaciones. Que parto tan bonito tuviste! Me ha recordado mucho al mio.
Que aguante esperar al parto para conocer el sexo del bebé, a mi me costó aguantar hasta las 20 semanas! Yo no podría jejeje.
Un beso!
Jajajaja todo el mundo me dice lo mismo al respecto de no saber lo q era q cómo aguanté. La verdas es q nosotros lo aguantamos bien… no puedo decir lo mismo de los tíos y abuelos jejeje Saludos! Feliz día!
Que bonito!, ese momento no se olvida nunca. Por cierto, no se como pudiste aguantar sin saber si era niño o niña!! bss!
Es cierto no se olvida nada de ese día, para mí es como si hubiese sido ayer jajaja la verdad es q como tenía claro q no lo sabría hasta el final lo llevé bastante bien. Feliz día!
Awwww que bonitooooooooooooooooooooooooooooo ^^
Fie el mejor día de mi vida. Feliz día! Muack!