Tengo tantas entradas pendientes que voy a intentar ponerme al día, hoy os cuento las mini-vacaciones en Tossa de Mar, un lugar precioso y muy importante para mí (otra entrada pendiente).
Esta fue una escapada familiar, mis suegros, mis cuñados y sobrino y nosostros. Mi suegro, generoso donde los haya pagó todo, cogimos dos apartamentos en un «resort» uno para los abuelos y otro para los «jóvenes».
La verdad es que allí se estaba de lujo, playa y montaña, piscinas al aire libre, cubiertas, pistas de tenis, minigolf y no sé que más. En la piscina infantil había un mono gigante y una tortuga, de los cuales mi hija se enamoró, si por ella hubiera sido hubiesemos estado allí todo el día todos loa días.
Aprovechamos para ver ciudades próximas como Lloret de Mar y Sant Feliu de Guixols. Tuvimos suerte ya que nos hizo un tiempo estupendo.
Desayunábamos en el apartamento y ya np volvíamos hasta la cena.
Y mientras pasábamos por la playa Bombón preguntaba si el mono se había despertado ya para poser ir a la piscina. Lo bueno de ir a sitios así cuando todavía no es temporada alta es que a determinadas horas lugares como la piscina cubierta era sólo para nosotros
En Sant Feliu de Guixols tuvimos además la suerte que había feria y los peques disfrutaron de lo lindo, sobretodo en un autobús donde ellos pintaban y les regalaron pastelinas
La verdad es que lo pasamos súper bien, lo mejor fue disfrutar de unos días en familia tosos juntos, esos momentos no hay dinero que los pague y esos recuerdos estarán siempre con nosotros.
Ver como les fascinó la playa a los peques que no la revordaban también due increíble.
Cabe destacar también que la última noche fue la final de la Champions, mi suegro es del Madrid y yo del Barça, salía ya de su apartamento más alta que ancha ganando el Atlético de Madrid y pasando el umbral de la puerta marcó el Madrid el gol del empate. Vaya saltos pegaba mi suegro jejeje y bueno ya sabemos todos como acabó el partido. Al día siguiente, ya el último que estábamos allí para desquitarnos/celebrarlo fuimos a la playa nuevamente.
Antes de ir a entregar las llaves a recepción para marcharnos tuvimos que ir a despirnos del mono y la tortuga. Mi hija les lanzaba besos desde la lejanía diciéndoles «Adiós mono!!!! Me voy a mi casa!!! Te tieyo mono!!! Adiós toytuga!! Te tieyo!!» La verdad es que estuvo genial… más allá de genial. Lo pasamos estupendamente y disfrutamos de unos días en familia que al fin y al cabo es lo más importante.